La congestión vehicular en Bogotá es cada día más insoportable, ¿quién de Uds. no ha vivido la desesperación de estar metido en un trancón, en una buseta, en bus, en un taxi o en su vehículo particular, sintiendo la angustia de saber que no llegará a tiempo?
El problema ya es a cualquier hora y en cualquier lugar de la ciudad, pues prácticamente todas las vías permanecen atestadas de vehículos. Ni hablar del problema los sábados cuando no hay restricción para los vehículos particulares.
Desplazarnos de un lugar a otro en Bogotá es toda una odisea, pues un recorrido que por su distancia no debería demorar más de media hora termina convirtiéndose en una travesía de una o dos horas. Cada día tenemos que salir con una mayor antelación si queremos llegar al trabajo o a un compromiso a tiempo y armarnos de paciencia y de un radio o un reproductor de música. Esta movilidad cada vez más lenta afecta progresivamente la calidad del aire, la salud y el tiempo de todos los habitantes de nuestra capital.
Según estudios del Fondo para la Población de las Naciones Unidas FNUP, los tiempos promedio más altos de viajes al trabajo son el de Río de Janeiro, con 107 minutos y el de Bogotá, con 90 minutos.
Millones de personas se desgastan a diario y hacen que Bogotá pierda oportunidades porque emplean más tiempo en llegar a sus destinos del que deberían, debido al desorden del tráfico, a los huecos, a la anarquía del transporte público y a la insuficiencia de vías para que los 700.000 vehículos que cada día salen a las calles no se queden atrapados en medio del trancón.
La movilidad también ha disminuido crecientemente y aún más para el usuario de transporte público. Esto se debe en gran medida a que las rutas de transporte circulan por las vías arterias de más alto flujo, precisamente las más afligidas por la congestión vehicular. El fenómeno de congestión también se refleja en el tiempo de espera de los usuarios en las estaciones de Transmilenio, especialmente en horas pico. Los articulados, pese al poco tiempo que llevan operando ya no dan abasto en horas pico.
En materia de transporte público poco a poco la gente se va quedando sin alternativas diferentes al Transmilenio, pues las rutas de buses corrientes no las dejan circular por donde van los articulados. Es no quedará otro remedio que apretujarse en un “transmilleno”, pues para taxi, no aguanta el bolsillo y ni siquiera se pueden conseguir libres en horas pico.
Claro está, aunque mal de todos…consuelo de tontos, es necesario advertir que el problema de movilidad, no es exclusivo de Bogotá, sino que corresponde a todas las grandes ciudades del mundo. Por ejemplo la velocidad vehicular promedio en Manila es de 10 kilómetros por hora. El auto en Bangkok pasa detenido en los trancones en promedio, el equivalente a 44 días al año. ¿Cuánto falta en Bogotá para que el problema de la movilidad llegue a esos extremos?
¿Cuál es el origen del problema de movilidad y los factores que están haciendo que la situación sea cada día más grave en nuestra ciudad?. Cuáles son las soluciones a mediano y largo plazo?.
Vale la pena que como Bogotanos contribuyamos a sugerir soluciones। Con el ánimo de fomentar la discusión, pues en un tema tan complejo nadie tiene la última palabra ni la solución ideal, trataremos de analizar inicialmente los factores que generan el problema y más adelante las posibles soluciones.
Las causas de los problemas de movilidad.
Obviamente la causa principal es la gran saturación del parque automotor, tanto particular como público, que se explica principalmente por el incremento de la población, el crecimiento económico y la expansión geográfica de la ciudad। Pero tratemos de hacer una enumeración simple de algunas de las causas del problema, que se nos ocurren:
-Permanente crecimiento de la cantidad de vehículos que ruedan en la ciudad.
-Atraso en la infraestructura vial. Casi que podemos afirmar con certeza que en los últimos 20 años, con excepción de la denominada Avenida Ciudad de Cali, los burgomaestres no han construido nuevas vías. Por el contrario se han angostado vías como la carrera 15 y algunas arterias principales como la Avenida Caracas para el Transmilenio.
-Pésimo estado de la malla vial. La sobretasa a la gasolina, creada para reparar la malla vial se desvió para el Transmilenio.
-Inoperancia de la Secretaría de Tránsito hoy de movilidad y el IDU, entidades que deberían estar elaborando estudios permanentes para descongestión vial mediante la construcción de puentes o de pasos a desnivel en puntos críticos que generan trancones, como por ejemplo calle 100 por carrera 15, autopista norte por calle 85, etc. Mientras los países occidentales tienen grupos de ingenieros y planificadores cuyo oficio es hacer estudios permanentes sobre el tratamiento de los problemas de transporte urbano y las soluciones, nuestros alcaldes no destinan presupuesto para la planeación y estudios de movilidad; es más fácil un viaje rápido, mirar lo de moda y tomar prestadas de otras partes ideas como lo hizo Peñaloza con el Transmilenio que importó del Brasil, para salir al paso, sin que las soluciones sean el producto de estudios y planeación que se ajusten al problema de nuestra ciudad.
-Inoperancia de la policía de tránsito, que se ha dedicado a cazar infractores en las horas de pico y placa, haciéndose invisibles durante el resto del día.
-Semáforos mal programados, que funcionan con software desactualizado. Además nuestras vías tienen demasiados semáforos y cruces, por ejemplo cra 7ª, cra 13, avda caracas etc.
-Sobreoferta de taxis, buses, y busetas originada en actos de corrupción de las entidades del control de licencias, cupos y chatarrización. Paradójicamente falta un sistema decente de transporte púbico.
-La disminución del precio de vehículos por la revaluación del peso y el aumento del acceso al crédito han hecho que la gente tenga más posibilidad de adquirir automóvil particular.
-El mismo Pico y placa, pues su implantación motivó a quienes tienen ingresos suficientes a adquirir uno o más vehículos para poder circular toda la semana.
-Falta de planeación y demoras en las obras públicas y reparcheo de vías. En varios países los arreglos se hacen en horas nocturnas. Acá cualquier día a una hora pico cierran un carril central sin previo aviso ( ¿no es lo que ocurre en la autopista con las losas?)
-Probablemente debido a que los medios han vendido la imagen de que el automóvil es símbolo de estatus en el mundo en desarrollo, todos deseamos tener un automóvil y usarlo, no importa que tengamos que gastar el ingreso de dos años en un auto cuya duración se estima en 10 años. Las exposiciones con los autos de moda son frecuentes así como las promociones y campañas publicitarias que atrapan a los consumidores como moscas. El auto hoy es un indicativo de ascenso social.
-La tendencia personalista de movernos individualmente sobre cuatro ruedas, es decir una persona por vehículo। Esto afecta a la población que no tiene vehículo y genera costos al estado en materia de congestión, contaminación ambiental, acústica, visual y estrés, que finalmente pagamos todos en impuestos e importación de combustible.
¿Se le ocurren a Ud. otras causas? por favor escríbanos y opinen sobre este grave problema. .
En una próxima edición hablaremos de las posibles soluciones, dado que como dijimos arriba, este es un tema tan complejo nadie tiene la última palabra ni la solución ideal.